Un día en el parque de atracciones.
En el verano me fui con mi hermana y su novio de vacaciones a Madrid.
Me dijerón que me iban a llevar al parque de atracciones un Viernes.
Una mañana me levaté y ellos me dijerón arreglate que nos vamos al parque y yo estaba muy contenta y empeze a arreglarme para pordir irnos antes.
Cuando acabé, nos fuimos al coche y estuvimos pensando donde ir a desayunar.
Nos fuimos a un bar de personas mayores a desayunar unas tostadas.
Cuando acabamos nos fuimos andando al parque de atracciones porque no estaba muy lejos del bar, asi dejamos el coche en un aparcamiento que había y nos fuimos derecctos al parque de atracciones.
Llegamos por fin a el parque y fuimos a la taquilla de las entradas, hubo suerte de que no había mucha cola.
Al entrar había alguien disfrazado y nos echamos una foto con esa persona.
Entramos al parque de atracciones y había cosas muy chulas y altas, la primera que vimos era muy alta y mi hermana se queria subir pero había mucha cola asi que no pudo.
Nos fuimos a un sitio donde subia despacio y despues bajaba demasiado rato.
Mi hermana se puso a decir que cuando bajo la atracción se le corto el grito, mientras yo estaba que ni sentia las piernas.
Nos fuimos despues a montarnos en el martillo que era una atracción donde daban la vuelta entera y parecía que te ibas a comer el suelo o que ibas a salilr volando, estaba muy chulo.
Despues nos montamos el algo que parecía una holla pero cuando te ibas a sentar te resbalabas.
Cuando empezó la atracción veias las caras de los que estaban a tu alrededor y era un pazón de reir les temblaban las caras de lo rapido que iba no quería saber ni siquiera como estaba yo.
Cuando nos bajamos estabamos todos mareados, hasta habían algunos que se iban a morir.
Despues de eso me tuvierón quedar agua porque iba a vomitar.
Despues de que me relajara nos fuimos a montar en más cosas.
Cuando nos ibamos a ir estamos perdidos no ese encontrabamos la salida. Asi que salimos por donde entramos y de echo me compre un granizado de varios sabores.
Y cuando conseguimos salir de una vez, fuimos con el hermano de mi hermana.
Y despues nos fuimos al Centro Comercial a ver que podiamos cenar asi que nos fuimos al mcdonalds. Despues de cenar nos fuimos a tomar algo y despues nos fuimos a casa.
Hola, Magdalena.
ResponderEliminarEstás creando un diario precioso.
Te recomiendo vivamente que añadas imágenes alusivas al tema o a los temas de cada uno de los días que has narrado.
Corrige el texto como te indico:
"En el verano me fui con mi hermana y su novio de vacaciones a Madrid.
Me dijeron que me iban a llevar al parque de atracciones un viernes.
Una mañana me levanté y ellos me dijeron: "Arréglate, que nos vamos al parque". Yo estaba muy contenta y empecé a arreglarme para poder irnos antes.
Cuando acabé, nos fuimos al coche y estuvimos pensando donde ir a desayunar.
Nos fuimos a un bar de personas mayores a desayunar unas tostadas.
Cuando acabamos nos fuimos andando al parque de atracciones porque no estaba muy lejos del bar, asi que dejamos el coche en un aparcamiento que había y nos fuimos derechitos al parque de atracciones.
Llegamos por fin al parque y fuimos a la taquilla de las entradas. Hubo suerte de que no había mucha cola.
Al entrar había alguien disfrazado y nos echamos una foto con esa persona.
Entramos al parque de atracciones y había cosas muy chulas y altas. La primera que vimos era muy alta y mi hermana se quería subir pero había mucha cola, así que no pudo.
Nos montamos en una máquina donde se subía despacio y después bajaba demasiado rápido.
Mi hermana se puso a decir que cuando bajó la atracción se le cortó el grito, mientras yo estaba que ni sentía las piernas.
Nos fuimos después a montarnos en el martillo, que era una atracción donde daban la vuelta entera y parecía que te ibas a comer el suelo o que ibas a salir volando. Estaba muy chulo.
Después nos montamos en algo que parecía una olla, pero cuando te ibas a sentar te resbalabas.
Cuando empezó la atracción veías las caras de los que estaban a tu alrededor y era un pasón de reir. Les temblaban las caras de lo rápido que iba. No quería saber ni siquiera cómo estaba yo.
Cuando nos bajamos estábamos todos mareados, hasta había algunos que se iban a morir.
Después de eso me tuvieron que dar agua porque iba a vomitar.
Una vez me me sentí relajada, nos fuimos a montar en más cosas.
Cuando nos íbamos a marchar, estábamos perdidos: no encontrábamos la salida. Así que salimos por donde entramos y de hecho me compré un granizado de varios sabores.
Y cuando conseguimos salir de una vez, fuimos con el hermano de mi hermana.
Después nos fuimos al Centro Comercial, a ver qué podíamos cenar, hasta que entramos en el Mcdonalds. Al acabar de cenar nos fuimos a tomar algo y por último nos fuimos a casa".